Los científicos de la Universidad de Bristol y la Universidad de Cambridge estudiaron 2184 niñas que participan en un estudio a largo plazo conocido como el Estudio Longitudinal Avon de Padres e Hijos.
Se utilizó un modelo de ecuaciones para examinar una posible relación entre el tiempo de un primer período y los síntomas depresivos en las edades de 10 y medio, 13 y 14 años.
El promedio de las niñas en el grupo de estudio comenzaron a menstruar cuando tenían 12 años y 6 meses.
Sin embargo, encontraron que las niñas que iniciaron sus períodos temprano (antes de la edad de 11,5 años) tenían los niveles más altos de síntomas depresivos en edades comprendidas entre 13 y 14.
Las niñas que iniciaron sus períodos más tarde (después de la edad de 13,5 años) tenían los niveles más bajos de los síntomas depresivos.
El investigador principal, Dr. Carol Joinson, de la Universidad de Bristol, dijo que las niñas maduran temprano pueden sentirse aislados y mal preparados para los cambios hormonales.
Ella dijo: "Nuestro estudio encontró que las niñas que maduran temprano son más vulnerables a los síntomas depresivos en desarrollo en el momento de llegar a su mitad de la adolescencia. Esto sugiere que la maduración más tarde puede servir de protección contra la angustia psicológica.
"La transición a la pubertad es un período crítico del desarrollo, asociado con muchos cambios biológicos, cognitivos y sociales.
"Estos pueden incluir aumento de los conflictos con los padres, el desarrollo de las relaciones románticas, los cambios en la imagen corporal y los niveles fluctuantes de hormonas.
"Estos cambios pueden tener un impacto más negativo en las niñas que maduran a una edad temprana que aquellos que maduran más tarde."
Dr. Joinson concluyó: "Si las niñas que llegan a la pubertad temprana tienen mayor riesgo de problemas psicológicos en la adolescencia, puede ser posible para ayudarles con la escuela y los programas basados en la familia encaminadas a la intervención temprana y la prevención."
Sin embargo, todavía no está claro si los resultados de un período temprano conduce a un aumento en la depresión en la edad adulta.
Los investigadores señalan que es posible que las niñas que maduran más tarde con el tiempo pueden experimentar niveles similares de los trastornos psicológicos a los que maduran antes, después de bastante tiempo ha pasado.
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