El servicio meteorológico emitió la fase de alarma para ese estado y las vecinas Arizona, California, Utah, Nevada, Wyoming, Nebraska, Kansas, Idaho y Oregon por el predominio de vientos fuertes, humedad baja y temperaturas altas.
Esos elementos favorecieron la rápida propagación del fuego que incineró 58 mil 46 hectáreas de bosques y destruyó casi 190 viviendas en la localidad High Park, en Colorado, desde el pasado día 8.
La Cruz Roja y varios grupos humanitarios asisten a los evacuados, mientras equipos canadienses apoyan las operaciones aéreas y terrestres de los bomberos para controlar las llamas, que sobrepasan los 20 metros de altura.
Según un informe oficial, ya está controlado el 80 por ciento del siniestro en Nuevo México, considerado el peor en la historia de ese estado con cerca de 300 mil hectáreas de bosques quemadas y medio millón de inmuebles destruidos y dañados.
Ese territorio fue azotado el año pasado por una docena de tornados, inundaciones, nieve, aridez, calor y fuegos forestales, que dejaron un récord de pérdidas de 50 mil millones de dólares.
El presidente Barack Obama firmó el miércoles anterior la ley que autoriza la compra de siete aviones cisternas para combatir incendios forestales y fortalecer la capacidad de respuesta frente a esos incidentes.
Pero el Servicio Forestal solo podrá disponer de los nuevos aparatos hasta agosto, cuando el Estado prevé completar los trámites para su adquisición.
Esa institución cuenta con 16 naves de ese tipo que apoyan el trabajo de cinco mil bomberos para contener una veintena de incendios registrados en el suroeste del país.
