Barack Obama y Mitt Romney, durante el tercer y último debate presidencial.
El presidente Barack Obama y su rival Mitt Romney propusieron sendas diferentes para la política exterior estadounidense este lunes en su último debate, el republicano en favor de un renovado poderío y el demócrata de alianzas como en los últimos cuatro años.
En momentos en que las encuestas los muestran cabeza a cabeza a dos semanas de las elecciones del 6 de noviembre, Romney y Obama se acusaron mutuamente de inexactitudes a lo largo de la campaña y rivalizaron en exhibir dureza respecto a Irán y amistad con Israel.
Medio Oriente ocupó buena parte del duelo de 90 minutos.
"Lo felicito por haber eliminado a Osama Bin Laden y perseguir a los líderes de Al Qaeda, pero no saldremos de este caos sólo matando", advirtió Romney.
"Cada vez que usted ha opinado, se equivocó", le replicó Obama.
"Gobernador, cuando se trata de política exterior, usted parece que quiere volver a las políticas de los años 1980, como a las políticas sociales de los años 1950 y las políticas económicas de los años 1920", añadió Obama.
"No es atacándome a mi" que Estados Unidos tendrá una mejor política exterior, replicó a su vez el exgobernador republicano.
"Creo que las tensiones que existieron entre Israel y Estados Unidos fueron muy desafortunadas" dijo Romney, para quien Estados Unidos "no es más fuerte en ninguna parte del mundo".
Obama replicó que es precisamente la estrategia de construir alianzas la que ha permitido aislar a Irán, al que Estados Unidos considera que busca el arma nuclear.
"Mientras yo sea presidente de Estados Unidos, Irán no conseguirá un arma nuclear", dijo Obama, algo que también fue ratificado por Romney.
El fin de semana el diario The New York Times reportó que, según funcionarios estadounidenses, Irán estaba dispuesto a sostener negociaciones directas con Washington, algo que Obama volvió a desmentir en el debate.
Romney aseguró que bajo su presidencia los diplomáticos iraníes serán tratados "como parias", y abogó por mostrar mano dura "desde el primer día".
El republicano, sin embargo, volvió a asegurar que una opción militar "sólo puede ser evaluada como última posibilidad".
Para Romney, la "primavera árabe" que vio el fin de dictadores en la región, como el libio Muamar Gadafi, ha sido una oportunidad desaprovechada por Washington.
Siria es un ejemplo de esa inoperancia de Estados Unidos, dijo Romney, quien afirmó que armará a la oposición en ese país.
"Vamos a hacer todo lo posible para asegurarnos que ayudamos a la oposición. Pero también tenemos que reconocer que inmiscuirnos más militarmente en Siria es un paso serio", alertó Obama.
"Gobernador, si una cosa aprendí como comandante en jefe es que tienes que ser claro", dijo el presidente y aspirante a la reelección.
Romney negó también que quiera mandar tropas a Siria, ni que quiera proponer un área de exclusión aérea sobre ese país.
Una encuesta de NBC/Wall Street Journal publicada este lunes dio tanto a Obama como Romney un 47% de intención de voto entre las personas dispuestas a votar.
Otro sondeo, de Politico/GWU, le da ventaja a Romney, un 49% frente al 47% que le concede a Obama.
Según un sondeo del instituto Pew Research Center, el presidente aventaja en 4 puntos a su contrincante republicano en política exterior, una distancia mucho menor a los 15 puntos de hace un mes.
Romney hizo una alusión a América Latina, al reiterar que "es una gran oportunidad" y que quiere más tratados de libre comercio con la región.