Turquia
“Hay muchos muertos, varios edificios se han colapsado. Hay mucha destrucción” fueron las primeras palabras del alcalde de la ciudad de Ercis a la televisión turca tras el terremoto que este mediodía ha sacudido el sudeste de Turquía. La ciudad, situada a pocos kilómetros de epicentro fue una de las más castigadas por el temblor de 7,2 en la escala de Ritcher. Todavía se desconoce la magnitud total de la catástrofe pero las primeras estimaciones apuntan a casi 1000 muertos, cientos de heridos y desaparecidos y hasta 25 edificios colapsados, uno de ellos una residencia universitaria.
El epicentro del temblor se localiza en Tabanli, un pueblo a 30 kilómetros de Van, capital del la provincia y muy cercana a la frontera con Irán. Pero también se han visto afectadas las provincias de Bitlis, Batman, Diyarbakir, Mus y Hakkari aunque en menor medida.
En Van, donde viven casi medio millón de personas, se han derrumbado varios edificios, uno de ellos de siete plantas, según informó el diario Todayszaman. En las primeras imágenes de televisión se podían ver calles destrozadas, edificios derrumbados y cientos de voluntarios utilizando las manos como palas para rescatar a las personas atrapadas entre los escombros. El agua y la electricidad no funciona y las líneas telefónicas están saturadas. Sin embargo el aeropuerto permanece abierto.
Según la Dirección General de Emergencias (AFAD) ya han enviado a 500 profesionales a la zona. La oficina del gobernador provincial ha informado que dos aviones militares están en camino ademas de camiones con mantas, comida, tiendas de campaña y estufas. Israel, por su parte, ha ofrecido ayuda a Turquía, según informa el diario turco Hurryet. Además se ha creado un comité de emergencia para evaluar los daños y coordinar las tareas de rescate desde Van. El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, está viajando a la zona en estos momentos para ver de primera mano la magnitud de la catástrofe.
Según el centro Sismológico Kandili de la Universidad del Bósforo de Estambul, el “temblor se produjo muy cerca de la superficie”, a unos 5 kilómetros de profundidad, por lo que “en el epicentro se sintió como un seísmo de entre 8 a 9 grados”. Tras el temblor inicial se han registrado varias réplicas de entre 3 a 5,5 grados por lo que las autoridades han recomendado no volver a los edificios todavía, informa EFE.
La zona afectada por el temblor está regada de pequeños pueblos de difícil acceso y casas de adobe o madera donde los movimientos telúricos suelen causar importantes daños. Las autoridades todavía no han evaluado los daños en estas localidades pero, han pedido a la población que mantenga “sangre fría”, ya que el pánico que ha provocado el terremoto ha hecho que las calles se colapsaran por los que tratan de huir de la zona y dificultando la llegada de las ambulancias.
Turquía es un país que descansa entre dos placas tectónicas. Los temblores son muy habituales, sin embargo, sus construcciones no están preparadas para resistirlos. En 1999 un temblor de 6,8 en la escala de Ritcher mató a más de 180.000 personas en el oeste de Turquía. En mayo de este año otro temblor en el noreste del país mató a 2 personas y causó 79 heridos.
“Hay muchos muertos, varios edificios se han colapsado. Hay mucha destrucción” fueron las primeras palabras del alcalde de la ciudad de Ercis a la televisión turca tras el terremoto que este mediodía ha sacudido el sudeste de Turquía. La ciudad, situada a pocos kilómetros de epicentro fue una de las más castigadas por el temblor de 7,2 en la escala de Ritcher. Todavía se desconoce la magnitud total de la catástrofe pero las primeras estimaciones apuntan a casi 1000 muertos, cientos de heridos y desaparecidos y hasta 25 edificios colapsados, uno de ellos una residencia universitaria.
El epicentro del temblor se localiza en Tabanli, un pueblo a 30 kilómetros de Van, capital del la provincia y muy cercana a la frontera con Irán. Pero también se han visto afectadas las provincias de Bitlis, Batman, Diyarbakir, Mus y Hakkari aunque en menor medida.
En Van, donde viven casi medio millón de personas, se han derrumbado varios edificios, uno de ellos de siete plantas, según informó el diario Todayszaman. En las primeras imágenes de televisión se podían ver calles destrozadas, edificios derrumbados y cientos de voluntarios utilizando las manos como palas para rescatar a las personas atrapadas entre los escombros. El agua y la electricidad no funciona y las líneas telefónicas están saturadas. Sin embargo el aeropuerto permanece abierto.
Según la Dirección General de Emergencias (AFAD) ya han enviado a 500 profesionales a la zona. La oficina del gobernador provincial ha informado que dos aviones militares están en camino ademas de camiones con mantas, comida, tiendas de campaña y estufas. Israel, por su parte, ha ofrecido ayuda a Turquía, según informa el diario turco Hurryet. Además se ha creado un comité de emergencia para evaluar los daños y coordinar las tareas de rescate desde Van. El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, está viajando a la zona en estos momentos para ver de primera mano la magnitud de la catástrofe.
Según el centro Sismológico Kandili de la Universidad del Bósforo de Estambul, el “temblor se produjo muy cerca de la superficie”, a unos 5 kilómetros de profundidad, por lo que “en el epicentro se sintió como un seísmo de entre 8 a 9 grados”. Tras el temblor inicial se han registrado varias réplicas de entre 3 a 5,5 grados por lo que las autoridades han recomendado no volver a los edificios todavía, informa EFE.
La zona afectada por el temblor está regada de pequeños pueblos de difícil acceso y casas de adobe o madera donde los movimientos telúricos suelen causar importantes daños. Las autoridades todavía no han evaluado los daños en estas localidades pero, han pedido a la población que mantenga “sangre fría”, ya que el pánico que ha provocado el terremoto ha hecho que las calles se colapsaran por los que tratan de huir de la zona y dificultando la llegada de las ambulancias.
Turquía es un país que descansa entre dos placas tectónicas. Los temblores son muy habituales, sin embargo, sus construcciones no están preparadas para resistirlos. En 1999 un temblor de 6,8 en la escala de Ritcher mató a más de 180.000 personas en el oeste de Turquía. En mayo de este año otro temblor en el noreste del país mató a 2 personas y causó 79 heridos.