La búsqueda de una sustancia que nos prometa orgasmos increíbles o múltiples es histórica. Los libros hablan de las expediciones que ordenó el rey español Don Enrique IV, “el impotente” para encontrar una cura para su mal.
También hay registro del exterminio de animales exóticos, que fueron destrozados por insatisfechos hombres que buscaban en las partes más prominentes de sus cuerpos el elíxir del placer. Hace poco se lanzó una alerta mundial porque los rinocerontes se están extinguiendo.
Sus cuernos, dicen, tendrían propiedades afrodisiacas increíbles. Quienes lo aseguran se basan en la duración del coito del animal: hora y media ¡y cada dos minutos experimentan un orgasmo!
Lo preocupante es que según los sexólogos, son cada vez más las mujeres a quienes el placer les es esquivo por razones físicas y psicológicas.
Para el género masculino, la ciencia ya inventó la pastilla azul, pero para ellas todavía no se ha hecho ningún descubrimiento. La buena noticia es que para lograr un buen orgasmo no es necesario buscar pócimas ni acabar con la naturaleza en el intento. Con la comida, basta.
Aunque científicos, nutricionistas y sexólogos no se ponen de acuerdo con el tema de los afrodisiacos, hay investigaciones que señalan que hay alimentos que contienen sustancias que estimulan el deseo e intensifican el placer sexual.
“En general son alimentos saludables que te dotan de energía y estimulan el organismo, por eso estás más preparado para el sexo, eso es un afrodisicado”, explica el médico de la Universidad Nacional Javier Camelo.
En la lista de alimentos afrodisiacos están las almendras, el chocolate negro, kiwi, maracuyá, carnes magras, pescados azules (con contenido de omega), fresas, aguacate, aceite de oliva, jengibre, miel, mariscos (particularmente las ostras) y muchas verduras.
Los que matan el placer son el café en exceso, la cerveza, el pepino, la lechuga y las harinas blancas, entre otros. “Muchos piensan que el licor es un afrodisiaco, pero no. Es un desinhibidor que puede garantizar encuentros sexuales, pero no orgasmos”, agrega Camelo.
Marrena Lindberg, una estadounidense que padeció de anorgasmia buena parte de su vida, publicó un libro llamado “La mujer multiorgásmica”. En él, relata cómo encontró en los alimentos la solución a su falta de deseo. “Hay que limitar la cantidad de pastas y arroz, pues esto en cantidades altas disminuye la serotonina conocida como la “hormona de la felicidad”, los dulces y alimentos azucarados también son enemigos del placer”, explica la autora.
Su teoría fue respaldada por el nutricionista David Wolfe en su libro “Eating for Beauty” en el que dice que para aumentar la líbido solo falta comer suplementos naturales como el coco, las semillas de calabaza y el chocolate amargo.
El doctor Richard Brown de la Universidad de Columbia asegura que algunos tratamientos naturales resultan muy satisfactorios a la hora de mejorar las disfunciones sexuales. Uno de esos complementos naturales es el ginko biloba, que se utiliza para luchar contra la impotencia ya que incrementa el flujo vascular a los genitales.
El gingseng tendría las mismas propiedades, pues estimula el sistema nervioso central y predispone a las personas para recibir placer.
“La revolución sexual viene de la mano de productos simples y fáciles de conseguir. Una dieta compuesta por un 30% de proteínas, 30% de grasas y 40% de hidratos de carbono es el pase seguro a orgasmos múltiples”, recomienda Lindberg.
