Nueva York, 15 ago (EFE).- Nueva York continúa hoy en alerta por lluvias y tormentas después de que el domingo se registraran niveles de precipitación récord en el aeropuerto John F. Kennedy y en el Central Park de Manhattan, que además se saldaron con severas inundaciones en el área sur y este de la zona de Long Island.
El Servicio Meteorológico Nacional mantiene la alerta de inundaciones hasta las 03.00 GMT de este martes en un área que comprende gran parte del estado de Nueva York y que incluye a los barrios de Manhattan, Brooklyn y Queens de la Gran Manzana, así como partes del Bronx y Staten Island, detalla la web de la institución.
El domingo supuso el día más lluvioso de la historia del aeropuerto internacional John F. Kennedy, donde se registraron cerca de 20 centímetros de agua, lo que supone la cota más elevada jamás observada en los 116 años en los que el Servicio Meteorológico Nacional lleva tomando registro en ese lugar.
Además, la tromba del domingo se saldó con 15 centímetros de agua en el Central Park, con lo que la pasada jornada desplazó al 8 de noviembre de 1972 como el quinto día más lluvioso de la historia en el popular parque neoyorquino.
Esos números distan de la media de 9,3 centímetros de agua que se suelen registrar durante agosto en el estado de Nueva York, por lo que las precipitaciones del domingo provocaron múltiples cortes eléctricos y retrasos en el transporte público de la ciudad, de forma que en la mañana del domingo el funcionamiento de siete líneas de metro quedó interrumpido.
"La cantidad excesiva de precipitaciones en el noreste del país hace que las lluvias se parezcan más a las que provoca una tormenta tropical o un huracán", aseguraba hoy la meteoróloga Meghan Evans, de la web especializada AccuWeather.
Las fuertes precipitaciones casi se cobraron el domingo con la vida de dos trabajadores de la construcción en Staten Island, según detalla hoy el diario Daily News, que explica que los dos obreros quedaron atrapados en un ascensor cuando descendieron al sótano del edificio en el que trabajaban, que había quedado inundado por las lluvias.
"Literalmente pensé que me iba a morir", explicó a ese diario uno de los trabajadores, Ed Tyler, quien recordó cómo empezó a llenarse de agua el ascensor a medida que fue descendiendo hacia la planta baja del inmueble, aunque cuando el agua les empezó a llegar por la cintura, miembros del equipo de bomberos de la ciudad consiguieron rescatarlos. EFE