Eunice Espinal, madre de tres hijos, es una dominicana residente en Kanagawa, Japón. Dice que le gustaría viajar a su país, pero no puede.
KANAGAWA Japón.-Tres temblores se registraron el martes en Japón a las cuatro, seis y ocho y media de la mañana entre cinco y seis grados en las ciudades de Kanagawa y Fuji, dijo la dominicana Eunice Espinal quien reside en esta ciudad.
Espinal, oriunda de Barrio Lindo, Santiago señaló que se viven momentos de angustia tras el gran terremoto, el tsunami y la explosión de las plantas nucleares, sobre todo porque la cuarta planta está en peligro y seca.
“Se han hecho alertas con relación a esto, están distribuyendo yodo y máscaras como medida precautoria, porque se ha pronosticado viento que podría arrastrar partículas radiactivas que nos afectarían aún a nosotros, que vivimos tan lejos”, puntualizó la criolla, que tiene diez años residiendo en Japón.
El Gobierno ha tomado medidas posterior al sismo, como racionar la luz, porque aquí todo depende de la luz, hasta el agua, la calefacción (estamos en tiempo de frío), entonces hay horarios de luz.
Hay escasez de alimentos y los “convinis” o supermercados están cerrados y abren con horario específicos, vendiendo racionalizado también, porque las carreteras están cerradas y se pronostica mayor escasez, no existe especulación, todo sigue al mismo precio.
Se ordenó preservar agua, porque cuando se va la luz se va el agua, además tenemos una gran escasez de combustible, mi esposo y yo duramos mas de cuatro horas para echar combustible ayer.
Espinal dice que lo más difícil de todo es el estado de nervios que produce la angustia de esperar a que suenen las alarmas, tanto la pública como la de los celulares, minutos antes de que se registre el temblor.
Dice que quisiera estar en su país con sus hijos pero que no tiene posibilidad por ahora, dado que no hay disponibilidad de aviones comerciales. Igualmente la estación ferroviaria está cerrada, las empresas igual, el país está paralizado.
Espinal tiene tres hijos adolescentes que residen en República Dominicana, es la tercera de cinco hermanos, le sobrevive su padre y espera ansiosa poder abrazarlos pronto.