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Saludo
sábado, 14 de julio de 2012
Una pieza horatórica para la historia del doctor Joaquin Balaguer, en el décimo aniversario de su fallecimiento
EE.UU. y R.D firman acuerdos sobre narcotráfico, seguridad y trata de personas
-
SANTO
DOMINGO.- República Dominicana y Estados Unidos firmaron este viernes
tres acuerdos sobre tráfico de drogas, seguridad y trata de personas,
según informó la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de
los Estados Unidos, Janet Napolitano luego de una reunión con el
presidente Leonel Fernández en el Palacio Nacional.
Tras el encuentro,
que se prolongó por espacio de una hora, la funcionaria norteamericana
no ofreció detalles sobre los acuerdos, calificándolos de productivos
porque entiende ayudarían a fortalecer las relaciones comerciales y de
seguridad entre ambos países. Napolitano ponderó la sociedad que existe
entre República Dominicana y Estados Unidos.
“Estamos tan y tan agradecidos de la sociedad que
tenemos con la Republica Dominicana. Ustedes son buenos vecinos y
grandes amigos y las cosas que estamos trabajando de manera conjuntas
son acciones que van a ser a todos nosotros, a ambos pueblos, a ambos
países más seguro”, sostuvo.
Entre los acuerdos se encuentra un memorandum de
entendimiento sobre las operaciones del avión no tripulado para la
vigilancia del espacio aéreo para combatir el narcotráfico en la región.
El Canciller Carlos Morales Troncoso y la
Secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Janet Napolitano,
encabezaron la firma de los acuerdos, durante una ceremonia efectuada en
la residencia del embajador estadounidense en el país, Raúl Yzaguirre.
Una de las declaraciones conjuntas fue firmada por
el Ministro de las Fuerzas Armadas, teniente general Joaquín Virgilio
Pérez Féliz y la secretaria Napolitano. Su contenido evidencia el
interés del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de
América y del Ministerio de las Fuerzas Armadas de la República
Dominicana de negociar un acuerdo bilateral de asistencia técnica en
aviación civil internacional.
La funcionaria agradeció al presidente Fernández y a su gabinete, así como la acogida del pueblo de la Republica Dominicana.
Napolitana destacó que el jueves y este viernes la
delegación de Estados Unidos que ella encabeza, tuvo varias sesiones de
trabajo con funcionarios de la República Dominicana, la que definió
como "muy productiva".
"Sesiones sumamente productiva anoche y esta
mañana, y hemos podido cubrir acuerdos relacionados con la seguridad
civil, trata de personas, interferencia ilícita y aseguramiento de la
cadena mundial de suministro", relató.
No se permitió el acceso a los periodistas a la
reunión ni tampoco hacer preguntas a la funcionaria, que llegó al
Palacio acompañada del embajador de los Estados Unidos en el país, Raúl
Isaquirre.
Napolitano llegó al país acompañada por el jefe de
la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), David Aguilar, y
el secretario adjunto para Asuntos Internacionales, Alan Bersin.
REUNIÓN
El presidente Leonel Fernández recibió la
secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, a
las 10:52 de la mañana, para abordar lo relativo a la cooperación ya en
marcha para combatir el narcotráfico y la trata de personas.
La funcionaria norteamericana llegó a la Casa de
Gobierno acompañada del embajador de Estados Unidos en República
Dominicana, Raúl Isaguirre, quienes de inmediato entraron al despacho
presidencial.
Se cumplen 10 años del fallecimiendo del doctor Joaquín Balaguer, uno de los líderes político de mayor influencia en la vida de los dominicanos, pidió antes de morir le extrajeran corazón
Néctor Medrano y
Víctor Gómez Casanova
SANTO DOMINGO.-Un mes y medio antes de fallecer, el doctor Joaquín Balaguer le pidió a su médico Rodolfo Rincón Martínez que cuando expirara le extrajera el corazón.
Rincón Martínez, médico cardiólogo de la más íntima confianza del entonces nonagenario líder del Partido Reformista Social Cristiano, recuerda que esa tardecita Balaguer lucía algo acongojado, y que cuando le hizo la petición llamó al general retirado
Luis María Pérez Bello y al asistente del líder Aníbal Páez, que estaban en una sala próxima para enterarlos del deseo de Balaguer, y que una vez junto a ellos, le pidió que repitiera ante ellola petición:
“Yo quiero cuando me muera que Rincón me saque el corazón”, apostilló el veterano político, ya en las postrimerías de su vida. Esta revelación fue dada a los periodistas Miguel Franjul, y Fabio Cabral en el programa La Hora Crítica que se transmite por Tele Impacto, canal 23 y Televida, canal 41 de lunes a viernes a las ocho de la noche.
Joaquín Balaguer quien gobernara el país por una etapa primero de 12 años y luego de 10, al parecer y según el criterio de Rincón Martínez, sentía la necesidad de que su corazón fue donado a la ciencia y la medicina, aunque nunca pudo determinar a ciencia cierta la motivación de un hombre que en sus años de plenitud se definió como un destinista que creía que el hombre llegaba con un fin a la vida.
El día que Joaquín Balaguer Ricardo esparció su último hálito, un 14 de julio del 2002, contando 95 años de edad, Rincón Martínez intentó hacer cumplir el deseo del hombre de quien dice entregó todo en su vida y que no era extraño que si bien se deshacía de bienes personales y propiedades, también quisiera desprenderse de ese músculo vital, que era su corazón.
“Cuando el presidente Balaguer murió, yo hice el intento, todo lo posible. Me dirigí donde un gran colega, fui donde el doctor Angel Contreras padre y le manifesté Doctor, el presidente Balaguer me dijo que cuando muriera le sacara el corazón, y Él reflexionó antes de responderme: no es bueno porque van a decir que usted le sacó el corazón a Balaguer, que es un hombre muy público, no pude hacer nada porque no exigí un documento”, añade al hacer una evocación de esos minutos finales en la vida de Balaguer.
Rincón Martínez se define en la entrevista como un hombre en cuya profesionalidad médica el también escritor, poeta, ensayista y orador depositó una gran confianza al punto de designarlo como uno de sus galenos de mayor intimidad. Esa confianza lo llevó a visitar a Balaguer para un chequeo de rutina todos los miércoles a las cinco de la tarde. En esas ocasiones lo monitoreaba, le hacía las exploraciones de rutina y compartía con él momentos de recogimiento, nostalgias y depresiones.
“Un punto interesante es que él quiso que yo lo viera siempre los miércoles a las cinco de la tarde. Yo le hacía una evaluación general le monitoreaba, con su problema de su glaucoma y él a veces cuando iba entrando por la puerta como a las cinco y media de la tarde, terminando de comer y se quedaba parado en la puerta y me decía Rincón, en estos precisos momentos estaba pensando en ti, hoy si es un día que estoy viendo blanco, blanco blanco”, relata.
Cuando Joaquín Balaguer le hace la petición de extraerle el corazón una vez dejara su último aliento en la tierra de los vivos, Rincón siente que se trata de una petición extraña.
Evocan figura de un líder
El 14 de julio del 2002, el país fue estremecido por la noticia de que el expresidente Joaquín Balaguer había sido internado de emergencia en la Clínica Abreu, afectado de un sangrado en el estómago, fruto de una úlcera que le fue tratada por el destacado doctor Fernando Contreras. El sangrado se detuvo.
La intervención del doctor Contreras y otros médicos había sido exitosa y muy efectiva. Se le llegó incluso a retirar el tubo colocado mediante una traqueotomía y por el cual respiraba artificialmente. “No me vuelvan a poner ese aparato más nunca en mi vida; mejor déjenme morir”, le dijo Balaguer al doctor Contreras tras haberle retirado el aparato.
Se hablaba hasta de darle el alta en los próximos días para que pudiera retornar a su casa. La Clínica Abreu se había convertido en un mar de gente que iba a saber personalmente sobre su estado de salud.
Sin embargo, el sangrado volvió, las pequeñas laceraciones causadas por la úlcera que le afectaba en el estómago no cicatrizaron bien, complicándole su estado de salud. Y a las 4:48 de la madrugada del domingo 14 de julio de 2002, hace hoy justamente 10 años, en la habitación 502 de la Clínica Abreu, a la edad de 96 años, y con su mano izquierda sostenida por su asistente y leal colaborador personal, Aníbal Páez, expiró el más grande e influyente político dominicano del siglo XX.
Joaquín Balaguer, ex Presidente de la República, político, abogado, catedrático, escritor, poeta, ensayista, diplomático y articulista, nació en Villa Bisonó (Navarrete), pequeña comunidad de Santiago de los Caballeros, el 1 de septiembre de 1906, aunque siempre se han mantenido las dudas en torno a su edad real, ya que para la época de su nacimiento se dificultaba el establecimiento de la fecha exacta de la llegada al mundo de los seres humanos. Hijo del puertorriqueño de ascendencia catalana Joaquín Balaguer Lespier y Carmen Celia Ricardo Heureaux.
Fue el único varón de una familia de varias mujeres.
Desde muy joven demostró una gran atracción por la lectura. Le apasionaba la poesía, literatura, historia y se dedicaba a la composición de versos y la redacción de artículos que posteriormente se publicaban en el periódico La Información de Santiago. Después de graduarse de Bachiller en Ciencias Sociales en 1916, publica sus primeras obras tituladas Psalmos Paganos (1919) y Claro de Luna (1920), seguida de Tebaida Lírica en 1924, las cuales le hicieron merecedor de los primeros de muchos premios literarios que recibiría a lo largo de su carrera como escritor. Obtuvo su Licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Sus inicios en la política
Joaquín Balaguer demostró su admiración por el líder político puertorriqueño Pedro Albizu y empezó desde temprana edad a demostrar su interés e inclinación por la política, cuando en reuniones que se celebraban en su natal Santiago de los Caballeros, aparecía exhibiendo sus grandes dotes de orador en los movimientos nacionalistas que protestaban en contra de la intervención militar norteamericana de 1916 hasta 1924, lo cual lo llevó a conocer y compartir de cerca con Rafael Estrella Ureña, con quien empezó a trabajar políticamente y acompañarlo en sus actividades proselitistas.
Estrella Ureña terminó asumiendo la Vicepresidencia de la República en el gobierno de Trujillo que se inició en 1930 y Balaguer fue designado en su primer cargo público como Secretario de la Legación Dominicana en Madrid, España en 1931.
Víctor Gómez Casanova
SANTO DOMINGO.-Un mes y medio antes de fallecer, el doctor Joaquín Balaguer le pidió a su médico Rodolfo Rincón Martínez que cuando expirara le extrajera el corazón.
Rincón Martínez, médico cardiólogo de la más íntima confianza del entonces nonagenario líder del Partido Reformista Social Cristiano, recuerda que esa tardecita Balaguer lucía algo acongojado, y que cuando le hizo la petición llamó al general retirado
Luis María Pérez Bello y al asistente del líder Aníbal Páez, que estaban en una sala próxima para enterarlos del deseo de Balaguer, y que una vez junto a ellos, le pidió que repitiera ante ellola petición:
“Yo quiero cuando me muera que Rincón me saque el corazón”, apostilló el veterano político, ya en las postrimerías de su vida. Esta revelación fue dada a los periodistas Miguel Franjul, y Fabio Cabral en el programa La Hora Crítica que se transmite por Tele Impacto, canal 23 y Televida, canal 41 de lunes a viernes a las ocho de la noche.
Joaquín Balaguer quien gobernara el país por una etapa primero de 12 años y luego de 10, al parecer y según el criterio de Rincón Martínez, sentía la necesidad de que su corazón fue donado a la ciencia y la medicina, aunque nunca pudo determinar a ciencia cierta la motivación de un hombre que en sus años de plenitud se definió como un destinista que creía que el hombre llegaba con un fin a la vida.
El día que Joaquín Balaguer Ricardo esparció su último hálito, un 14 de julio del 2002, contando 95 años de edad, Rincón Martínez intentó hacer cumplir el deseo del hombre de quien dice entregó todo en su vida y que no era extraño que si bien se deshacía de bienes personales y propiedades, también quisiera desprenderse de ese músculo vital, que era su corazón.
“Cuando el presidente Balaguer murió, yo hice el intento, todo lo posible. Me dirigí donde un gran colega, fui donde el doctor Angel Contreras padre y le manifesté Doctor, el presidente Balaguer me dijo que cuando muriera le sacara el corazón, y Él reflexionó antes de responderme: no es bueno porque van a decir que usted le sacó el corazón a Balaguer, que es un hombre muy público, no pude hacer nada porque no exigí un documento”, añade al hacer una evocación de esos minutos finales en la vida de Balaguer.
Rincón Martínez se define en la entrevista como un hombre en cuya profesionalidad médica el también escritor, poeta, ensayista y orador depositó una gran confianza al punto de designarlo como uno de sus galenos de mayor intimidad. Esa confianza lo llevó a visitar a Balaguer para un chequeo de rutina todos los miércoles a las cinco de la tarde. En esas ocasiones lo monitoreaba, le hacía las exploraciones de rutina y compartía con él momentos de recogimiento, nostalgias y depresiones.
“Un punto interesante es que él quiso que yo lo viera siempre los miércoles a las cinco de la tarde. Yo le hacía una evaluación general le monitoreaba, con su problema de su glaucoma y él a veces cuando iba entrando por la puerta como a las cinco y media de la tarde, terminando de comer y se quedaba parado en la puerta y me decía Rincón, en estos precisos momentos estaba pensando en ti, hoy si es un día que estoy viendo blanco, blanco blanco”, relata.
Cuando Joaquín Balaguer le hace la petición de extraerle el corazón una vez dejara su último aliento en la tierra de los vivos, Rincón siente que se trata de una petición extraña.
Evocan figura de un líder
El 14 de julio del 2002, el país fue estremecido por la noticia de que el expresidente Joaquín Balaguer había sido internado de emergencia en la Clínica Abreu, afectado de un sangrado en el estómago, fruto de una úlcera que le fue tratada por el destacado doctor Fernando Contreras. El sangrado se detuvo.
La intervención del doctor Contreras y otros médicos había sido exitosa y muy efectiva. Se le llegó incluso a retirar el tubo colocado mediante una traqueotomía y por el cual respiraba artificialmente. “No me vuelvan a poner ese aparato más nunca en mi vida; mejor déjenme morir”, le dijo Balaguer al doctor Contreras tras haberle retirado el aparato.
Se hablaba hasta de darle el alta en los próximos días para que pudiera retornar a su casa. La Clínica Abreu se había convertido en un mar de gente que iba a saber personalmente sobre su estado de salud.
Sin embargo, el sangrado volvió, las pequeñas laceraciones causadas por la úlcera que le afectaba en el estómago no cicatrizaron bien, complicándole su estado de salud. Y a las 4:48 de la madrugada del domingo 14 de julio de 2002, hace hoy justamente 10 años, en la habitación 502 de la Clínica Abreu, a la edad de 96 años, y con su mano izquierda sostenida por su asistente y leal colaborador personal, Aníbal Páez, expiró el más grande e influyente político dominicano del siglo XX.
Joaquín Balaguer, ex Presidente de la República, político, abogado, catedrático, escritor, poeta, ensayista, diplomático y articulista, nació en Villa Bisonó (Navarrete), pequeña comunidad de Santiago de los Caballeros, el 1 de septiembre de 1906, aunque siempre se han mantenido las dudas en torno a su edad real, ya que para la época de su nacimiento se dificultaba el establecimiento de la fecha exacta de la llegada al mundo de los seres humanos. Hijo del puertorriqueño de ascendencia catalana Joaquín Balaguer Lespier y Carmen Celia Ricardo Heureaux.
Fue el único varón de una familia de varias mujeres.
Desde muy joven demostró una gran atracción por la lectura. Le apasionaba la poesía, literatura, historia y se dedicaba a la composición de versos y la redacción de artículos que posteriormente se publicaban en el periódico La Información de Santiago. Después de graduarse de Bachiller en Ciencias Sociales en 1916, publica sus primeras obras tituladas Psalmos Paganos (1919) y Claro de Luna (1920), seguida de Tebaida Lírica en 1924, las cuales le hicieron merecedor de los primeros de muchos premios literarios que recibiría a lo largo de su carrera como escritor. Obtuvo su Licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Sus inicios en la política
Joaquín Balaguer demostró su admiración por el líder político puertorriqueño Pedro Albizu y empezó desde temprana edad a demostrar su interés e inclinación por la política, cuando en reuniones que se celebraban en su natal Santiago de los Caballeros, aparecía exhibiendo sus grandes dotes de orador en los movimientos nacionalistas que protestaban en contra de la intervención militar norteamericana de 1916 hasta 1924, lo cual lo llevó a conocer y compartir de cerca con Rafael Estrella Ureña, con quien empezó a trabajar políticamente y acompañarlo en sus actividades proselitistas.
Estrella Ureña terminó asumiendo la Vicepresidencia de la República en el gobierno de Trujillo que se inició en 1930 y Balaguer fue designado en su primer cargo público como Secretario de la Legación Dominicana en Madrid, España en 1931.
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