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miércoles, 15 de febrero de 2012

Honduras vivió una de la trágedia más horrible de toda su historia, provocada por un incendio en un penal con un saldo de al menos 357 muertos

Las escenas en las afueras de la Granja Penal son desgarradoras entre familiares de las víctimas, muchas de las cuales en su dolor quieren que este mismo miércoles les entreguen los cuerpos.

Un enorme incendio en la Granja Penal de Comayagua, región central de Honduras, ha provocado la muerte de al menos 357 personas, incluidos muchos reos atrapados en sus celdas en la mayor tragedia de este tipo ocurrida en el país centroamericano, según ha informado el fiscal general.

Así lo ha adelantado el fiscal general mientras Lucy Mader, la jefa de los servicios forenseses de Comayagua, a 75 kilómetros de la capital del país, Tegucigalpa, ha detallado que entre los fallecidos hay una mujer que pasó la noche en la cárcel y el resto son prisioneros, algunos de los cuales podrían haber escapado.

El incendio comenzó sobre las 22:50 horas del martes (05:50 hora peninsular española), según el Cuerpo de Bomberos.
Mader ha informado de que que la identificación de los cuerpos durará varios días y que según la información que le han proporcionado, alrededor de 500 presos "están con vida"y más de 30 resultaron heridos.


Medios locales han informado de que entre los fallecidos se encuentra el jefe de bomberos de la ciudad en una de las peores tragedias ocurridas jamás en las cárceles de Latinoamérica, en la que muchos de los presos han muerto por no poder salir de sus celdas.

Honduras tiene la mayor tasa de criminalidad del mundo con 80 homicidios por cada 100.000 habitantes, de acuerdo con Naciones Unidas, y se estima que el saturado sistema penitenciario hondureño está al doble de su capacidad, sobre todo por la presencia de las bandas juveniles de los maras, que nacieron en Estados Unidos y se extendieron rápidamente por centroamérica.

Familiares conmocionados

Las escenas en las afueras de la Granja Penal son desgarradoras entre familiares de las víctimas, muchas de las cuales en su dolor quieren que este mismo miércoles les entreguen los cuerpos.
Soldados, policías y familiares ansiosos han rodeado la cárcel, que aloja a 853 presos, muy por encima de su capacidad.

"Esto es desesperante, no nos dicen nada y creo que mi marido está muerto", ha asegurado Gregoria Zelaya a la televisión local Canal 5 TV mientras espera fuera de la prisión.
"Estoy buscando a mi hermano, no sabemos lo que ha ocurrido y no nos dejan entrar", ha denunciado otro familiar, Arlen Gomez, a una radio local.

Las causas del accidente

Los bomberos han asegurado que no entraron en un primer momento debido a que se escucharon disparos en el interior pero Daniel Orellana, el director de Instituciones Penitenciarias, ha asegurado que no se produjo ningún motín.

Orellana ha detallado que las causas de la tragedia que se barajan son dos: un cortocircuito o un incendio provocado por un reo.

El ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, ha declarado que lo ocurrido en la cárcel "es una tragedia nacional" y ha anunciado que hacia las 09.00 horas locales (16:00 hora peninsular española) se dará un informe preliminar.

Marder señaló que cinco equipos trabajarán en la identificación de los cadáveres y que las autopsias se realizarán en Tegucigalpa.

Los reos heridos fueron trasladados al Hospital Escuela de Tegucigalpa, entre ellos una treintena con quemaduras graves, mientras que la mayoría recibió asistencia en el Hospital Santa Teresa, de la colonial ciudad de Comayagua
La Policía no ha permitido el acceso a la prensa al interior de la Granja Penal, que se localiza a orillas de la carretera que conduce de Tegucigalpa al centro y norte de Honduras.

Tragedia histórica

Cientos de reclusos han perdido la vida en motines, revueltas e incendios registrados en las prisiones latinoamericanas en los últimos veintiséis años, pero la tragedia de Comayagua supera con creces cualquiera de los precedentes dramas.

El 17 de mayo de 2004, unos 107 reos murieron quemados en un incendio en el presidio de San Pedro Sula, norte, la segunda ciudad del país.
Entonces el suceso fue atribuido a fallas estructurales de la prisión, lo que evidencia todo el sistema penitenciario de Honduras.

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