Los reclusos huyeron de madrugada del penal de Cotabato, una de las ciudades más convulsas de la isla de Mindanao, después deserrar los barrotes de acero de su celda y escaparon por la ventana desde la que se descolgaron hasta el río.
El director de la cárcel, Japal Guiani, aseguró que uno de los fugitivos fue capturado y alegó que habían decidido escapar porque los funcionarios de la prisión no les permitían practicar la religión musulmana.
Guiani indicó que varios equipos de policías y militares están desplegados en la zona para capturar a los demás huidos.
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