El reconocido delincuente murió durante un enfrentamiento a tiros con miembros de una patrulla de la Policía el pasado martes en Villa Juana, en la capital dominicana.
El estilo y forma del sepelio de Boyón llamó mucho la atencion de la sociedad dominicana, porque el mismo constituyó una ofensa a las buenas y sanas costumbres de la sociedad dominicana.
La nota discordante de este episodio, que sólo se ven en la República Dominicana en los últimos tiempos, llegó al colmo cuando en el ataúd se observaron armas de fuego de las que el occiso usó en sus andanadas delincuencial.
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