SANTO DOMINGO.-La Navidad llegó, es común escuchar esta frase entre los
dominicanos, quienes por diferentes motivos la esperan con ansias.
Algunas de las razones son el doble sueldo que pagan las empresas
privadas y las instituciones del Estado. Pero también es tiempo de los
angelitos, la cena de Nochebuena, los villancicos, la música y el
ambiente de amor y alegría que se vive. Desde que llega el otoño el
ambiente comienza a cambiar, los aires navideños se sienten, las
decoraciones propicias a la época empiezan a aparecer en las calles, los
centros de trabajo y en las casas. Las emisoras anuncian la llegada de
la temporada con los merengues más populares que se han convertido en
tradición en esta estación del año, al ritmo de “Volvió Jaunita”.
El término “Navidad” viene del latín nativita que significa nacimiento. Esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, es celebrada el 25 de diciembre por la Iglesia católica, en la iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la Iglesia ortodoxa rumana.
En República Dominicana la Navidad tiene una manera peculiar de conmemorarse.
En cada uno de los pueblos y regiones del país, las costumbres y tradiciones siguen siendo las mismas: el puerto asado o en pulla, la telera, el arroz con leche, el logrio, la ensalada rusa, el arroz con guandules, el pavo al horno, la ensalada mixta y otras tradiciones que se han ido incorporando con el tiempo.
Cada uno de sus pueblos lo festeja de forma especial, pero todos con una pizca en común, las tradiciones y costumbres practicadas desde la colonia, pero modificadas por la identidad dominicana.
La folclorista y comunicadora Xiomarita Pérez, dice que esto se debe en parte a que los descendientes de los inmigrantes ingleses que se establecieron en el país para trabajar en el corte de caña, en momentos en que la industria azucarera se encontraba en su mayor esplendor, trajeron sus culturas y costumbres, algunas de las cuales perduran hasta hoy.
Pérez explica, además, que de este hecho nació en la provincia de San Pedro de Macorís el Teatro Cocolo Danzante, mejor conocido como “Los Guloyas”, quienes cada 25 de diciembre le dan un aire particular a la época, con sus originales bailes e instrumentos llenando el entorno, por donde transitan, de alegría y colorido.
La comunicadora detalla que, para celebrar la época, los campesinos de Bayaguana tienen la tradición de ofrecer toros al Santo Cristo de Bayaguana, el 28 de diciembre de cada año para agradecer o pedir favores.
Los habitantes de ese municipios colocan ofrenda frente a la iglesia de la comunidad. Los animales son exhibidos hasta el día primero de enero, que es la fecha en que los subastan y el dinero recaudado lo destinan a obras de la congregación, luego hacen una procesión por todo el pueblo con una banda de música.
“Es una fiesta donde la mayoría de la gente monta el mejor caballo para exhibirlo. Allí los comisionarios del Santo Cristo entonan serenata y cantos de porfía en el cual uno de ellos dice una plena y los demás hacen el coro”, especifica la periodista.
Por otro lado, en Sabana de la Mar y en Samaná tienen la costumbre de salir a las calles en la madrugada a beber y cantar las canciones características de la Navidad a son de guitarras, tambora y otros instrumentos.
Tiempo de angelitos y aguinaldos
En cada escenario en que la comunidad dominicana interactúa se sienten los aires de la Navidad. En los colegios y escuelas, en el trabajo y las iglesias, organizan intercambio de regalos que comparten los chicos y grandes, hombres y mujeres como una forma de compartir. Son los llamados “angelitos” que no es más que un intercambio de regalos como recordación de que los Reyes Magos, luego del nacimiento del Niños Jesús, fueron a verlo cargados de regalos.
Además, en la época, las iglesias preparan un altar con el Nacimiento simbólico y en las casas también colocan el Nacimiento (representación del Pesebre) junto al tradicional Árbol de Navidad.
En República Dominicana se le llama “Nacimiento” al “pesebre” o la representación que se hace con figuras del nacimiento de Jesús. A diferencia de otros países, en el Nacimiento se coloca la figura del bebé desde el mismo momento en que se organiza.
Los angelitos o intercambios
Uno de los mayores atractivos de esta época y el más esperado por muchos es el denominado “angelito”, una tradición que por la emoción y el enigma que encierra el no saber qué persona le regala a quién, hace de esta práctica una intrigante e interesante aventura para los participantes.
Fue ideado con la finalidad de compartir, intercambiar regalos y pasar un momento ameno, ya sea entre amigos, compañeros de clases, de grupos sociales, familiares, vecinos, feligreses, entre otros.
Las personas han ido evolucionando la forma de realizar los intercambios, con el fin de convertir este compartir en un momento más atractivo, alegre y divertido, con un matiz chistoso y jocoso. Este es el objetivo con el que surgió el denominado “diablito” que no es más que el mismo angelito pero con trueques de travesura. Por Elvín Germán
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