Por Nicolás Arroyo Ramos
MOCA.- Ramona Polanco es una creyente a carta cabal del dicho popular que reza “El que madruga Dios lo ayuda”, ya que lleva más de 25 años levantándose diariamente “llueva, truene o venté” a las tres de la madrugada para preparar el aromático café y el picante té de la mañana que luego consumen cientos de viajeros, caminantes y trabajadores.
Ubicada en la calle Sánchez, esquina Antonio de la Maza, frente a los bomberos de Moca, esta laboriosa mujer de piel morena y vocación de superación se entrega al trabajo muy temprano, ya que sabe que en su pequeño negocio espera la visita de decenas de personas que al igual que ella, comienza temprano la jornada de trabajo y en ocasiones el viaje hacia distintos lugares del país.
Es fácil ver desde muy temprano en la madrugada que llegan a “La paradita de Ramona”, decenas de personas que se preparan para emprender el viaje a distintos lugares del territorio nacional, ya sean chucheros, vendedores de productos agrícolas, choferes, comerciantes, moto-conchos, madrugadores habituales y personas del pueblo.
Ramona, vive muy orgullosa del trabajo que realiza y del éxito que ha tenido su pequeño negocio, por lo que siempre da gracias a Dios, porque le ha dado la fuerza e inteligencia suficiente para trabajar y poder levantar parte del sustento propio y de su familia, sin tener que pedir, robar y matar.
La inquieta mujer de piel morena, exhorta a las distintas mujeres del país a realizar cualquier trabajo para mantener sus hijos, menos prostituirse y vender drogas, ya que cualquier labor que se realice para conseguir el pan propio y de los hijos, siempre será respaldado por Dios, ya que dejó la enseñanza a cada ser humano de alimentarse con el sudor de su frente, por lo que hay que ganarse la comida con sacrificio.
Aconseja a los jóvenes de la época, luchar incansablemente para lograr la superación personal y conseguir lo que desean en la vida. “Cada joven debe luchar para conseguir lo que quiere, estudiar y superarse para formar luego una familia y procrear hijos que sean buenos y ejemplares”, resaltó la madrugadora mujer, que cuando las personas se auxilian de Dios, nada le falta, citando el propio caso de ella, quien dice que ha levantado una familia de cinco hijos, de cada uno de los cuales se siente muy orgullosa.
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