Las marchantas, personajes folklóricos que identifican al Primer Santiago de América, son vendedoras populares tan familiares en la tradición dominicana, representan, por su valor histórico, un imperecedero legado cultural.
A decir verdad “La Marchanta” no es la única tradición que han rescatado y preservado los santiagueros como parte de esa identidad e integración de que hacen gala y que tanto ha contribuido con el empuje de su ciudad.
Los auspiciadores se han ganado un justo reconocimiento con una obra que recrea la historia y adorna su ciudad.
La Marchanta, acompañada de su burro, lleva sus productos procedentes de las zonas rurales a los sectores residenciales de la ciudad.
Las marchantas han sido una realidad que va quedando en la música y la pintura.
La diferencia radica en que la marchanta de hoy propaga pantalones, camisas y otras prendas de vestir, mientras que la de ayer, usaba falda o vestido.
La maachanta ha sido un símbolo valiosísimo para ciudad corazón es así que el ayuntamiento de santiago le construyo un monumento en honor a esas pregoneras madrugadoras que salían a vender frutas y especies comestibles.
La misma está ubicada en la avenida Juan Pablo Duarte, a la entrada de Hoya del Caimito donde antes se encontraba la estatua del prócer Benito Juárez, la cual fue trasladada a Villa Olga, a solicitud de la Junta de Vecinos.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Deje su mensaje