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sábado, 22 de diciembre de 2012

Mujer teme morir aplastada en casa y pide ayuda a gobierno o cualquier institución cívica

Por Enmanuel Solano


SAN CRISTÓBAL, República Dominicana.- Una mujer de 46 años dijo teme morir aplastada junto a sus nietos mientras duerme dentro de la torcida casa en la que reside desde hace ocho años.

 María (Irene) Guzmán, madre de cinco hijos y tres nietos residente en la sección Don López, de la comunidad de Niza de este municipio, dijo ganarse la vida dando servicio doméstico en diferente lugares de San Cristóbal para sobrevivir. “A mi corta edad he sufrido mucho y deseo culminar mi casa para vivir tranquila junto a mis nietos” dijo.

Detrás de la casita hay una pocilga, el hedor no me deja dormir y se me revolotea el estómago cada vez que sopla el viento o hace calor... imagínese usted, cuando llueve, truena y sopla la brisa en vez de sentir paz y tranquilidad lo que siento es miedo, ya que en ocasiones siento que la vivienda se viene abajo, expresó Irene.

“Salgo a tempranas hora de la mañana con  la intensa oscuridad y el sonido de los gallos y algunos perros llego cansada de tardecita, entro a mi casa como si fuera un gusano, torcida, ya que la puerta no cierra completamente, busco en mis corotos tirados en todas partes, algo que ponerme, salgo al patio a conversar con mis hijos, mi nietecita Anita y algunos vecinos que me visitan, hasta que llegue la hora de irme a la cama donde siento el verdadero terror de morir aplastada”, narra.

La señora Irene Guzmán dijo que paga RD$500.00 pesos por el lugar donde las carcomas se han adueñado de la casa donde vive y que ya ha sido exonerada y que a pesar del gran peligro que representa para su familia con una sonrisa en su rostro pide de una mano amiga que ayude a culminar lo más pronto posible su morada ubicada al lado de la misma hace años.

"Muchas veces no tengo nada con que comer bien junto a mis familiares por lo que deseo tener una tranquila navidad junto a mi familia", dijo apenada y con tristeza Irene.

La joven abuela punteó que una de sus grandes virtudes es cocinar y que al hacerlo lo hace con un sabor riquísimo. No tiene un empleo fijo debido a que de vez en cuando tiene que desplazarse a diferentes lugares en la semana y saca tiempo para atender a un envejeciente en su comunidad.

Para ayudar a doña Irene llame a estos teléfonos 829-367-1127 o a Karina Cueva al 829-686-6345.

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