En un comentario de pérfil, en defensa de la moral y principios del doctor Carlos Amarante Baret
Por Luis Ramón López
MOCA.-
El acontecer político y la política misma como ciencia es un cojunto de
ideas y principios que se combinan y dan al traste con elementos
sociales que en la practica simbolizan el principio de un todo del
llamado bien común. Se dice que la política se le debe dejar a los
políticos, un concepto errado de los que piensan de esa manera.
La
politica criolla, desde los tiempos de los rabudos y los coludos, en su
lucha por alcanza el poder, siempre ha tenido como escenario una mala
practica de evolucionar el accionar de hacer política, en detrimento de
la moral, los principios y los valores de las personas, que les
adversan. Este estilo fue muy notorio en los gobiernos del doctor
Joaquín Balaguer, que ejecutaba a su modo y conveniencia.
Con el
doctor Carlos Amarante Baret, mocano de pura sepa, dirigente de alto
vuelo en el PLD, defensor de los principios éticos que enarboló como
enseñanza el profesor Juan Bosch y otras virtudes que les adornan, se
pretende enlodar su hoja de servicios dedicados a la población mocana y
el país, con acusaciones pelegrinas, alegres e infundadas a toda vista,
por sus características perversas de hacer daños.
A todas luces,
los aprestos de sectores oscuros, que desconocemos, buscan dividir el
acercamiento de amistad y de adhesión política del doctor Carlos
Amarante Baret con el licenciado Danilo Medina, días antes de su toma de
posición donde se juramentará como nuevo incumbente en la Casa de
Gobierno y que el dirigente peledeísta de origen mocano, pasará de
seguro a formar parte del nuevo gabinete en una importante posición
gubernamental.
Los mocanos, antes tales calumnias se han
levantado, como siempre, cuando se pretende aniquelar o humillar a uno
de sus hijos, salen en defensa, en esta ocasión del doctor Carlos
Amarante Baret, y afirman que esos sectores oscuros, que no aceptan el
crecimiento y desarrollo de los hombres leales y de principios, les
tendrán de frente y vigilantes a sus pretenciones y al curso que quieran
dar con las mentiras burdas, soez y pocas trasparentes, que se vienen
tejiendo en la oscuridad de la soledad.
Recordando los
fogosos tiempos de un político mocano pariente nuestro ya retirado y que
hizo grandes aportes a la comunidad mocana, su esposa nos comentó en su
residencia en la ciudad capital, que en la política lo que hay "son
muchos ingratos y pocos amigos".
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