Por Manuel A. Vega
LA ROMANA.-El robo de ganado en fincas del Este se ha convertido en un dolor de cabeza para los dueños de esas propiedades, ya que además de las pérdidas que están teniendo por esa mala práctica, también han visto aumentar sus gastos teniendo que emplear personal adicional para cuidar sus pertenencias.
Los ganaderos, quienes experimentan pérdidas millonarias, se sienten impotentes y reclaman acciones enérgicas de parte de las autoridades judiciales y policiales en la zona.
Los hurtos en fincas se registran con mayor crudeza en Hato Mayor, La Romana, El Seibo e Higüey, de donde los “cacos” han descuartizados y sustraídos unas 260 reses en lo que va de 2012.
El último robo de ganado se realizó en la sección La Noria de La Romana, donde se logró atrapar a por los menos tres de los ladrones, pero los ganaderos temen como en otras ocasiones, que la justicia lo libere.
También los cuatreros amenazan con diezmar caballos, mulos y burros, cuyas carnes venden mezcladas con la de res, para colocarla en mercados de la región Este y Santo Domingo.
Las asociaciones de ganaderos de la zona han advertido que implementarán acciones para ellos mismos enfrentar en las fincas a los cuatreros, que están diezmando la producción de leche y carne, dejando en la quiebra a pequeños productores.
Se ha dicho que los cuatreros transportan los animales hurtados en yipetas, minibús y camiones cubiertos y que los llevan a mataderos clandestino que estarían operando en El Seibo, Higüey y Hato Mayor.
La carne de las reses que sacrifican estaría siendo llevada a refrigeradores colocados en viviendas de los delincuentes, que muchas veces se disfrazan de tablajeros.
Miguel Laureano, de la Asociación de Ganaderos de Hato Mayor, dijo que en esa ciudad han disminuido los robos, pero que se ha acentuado en otras ciudades y pidió acciones enérgicas para enfrentar lo que considera el principal enemigo de la producción ganadera en la zona.
BAJA RENTABILIDAD
El costo de producción del litro de leche es más elevado que el precio que se vende el alimento, que en finca se vende entre 12 y 14 pesos.
Laureano explicó que la producción de queso de soya que ejecutan algunos productores nacionales y las importaciones de leche en polvo, también está malogrando la economía de los ganaderos en la zona.
LA ROMANA.-El robo de ganado en fincas del Este se ha convertido en un dolor de cabeza para los dueños de esas propiedades, ya que además de las pérdidas que están teniendo por esa mala práctica, también han visto aumentar sus gastos teniendo que emplear personal adicional para cuidar sus pertenencias.
Los ganaderos, quienes experimentan pérdidas millonarias, se sienten impotentes y reclaman acciones enérgicas de parte de las autoridades judiciales y policiales en la zona.
Los hurtos en fincas se registran con mayor crudeza en Hato Mayor, La Romana, El Seibo e Higüey, de donde los “cacos” han descuartizados y sustraídos unas 260 reses en lo que va de 2012.
El último robo de ganado se realizó en la sección La Noria de La Romana, donde se logró atrapar a por los menos tres de los ladrones, pero los ganaderos temen como en otras ocasiones, que la justicia lo libere.
También los cuatreros amenazan con diezmar caballos, mulos y burros, cuyas carnes venden mezcladas con la de res, para colocarla en mercados de la región Este y Santo Domingo.
Las asociaciones de ganaderos de la zona han advertido que implementarán acciones para ellos mismos enfrentar en las fincas a los cuatreros, que están diezmando la producción de leche y carne, dejando en la quiebra a pequeños productores.
Se ha dicho que los cuatreros transportan los animales hurtados en yipetas, minibús y camiones cubiertos y que los llevan a mataderos clandestino que estarían operando en El Seibo, Higüey y Hato Mayor.
La carne de las reses que sacrifican estaría siendo llevada a refrigeradores colocados en viviendas de los delincuentes, que muchas veces se disfrazan de tablajeros.
Miguel Laureano, de la Asociación de Ganaderos de Hato Mayor, dijo que en esa ciudad han disminuido los robos, pero que se ha acentuado en otras ciudades y pidió acciones enérgicas para enfrentar lo que considera el principal enemigo de la producción ganadera en la zona.
BAJA RENTABILIDAD
El costo de producción del litro de leche es más elevado que el precio que se vende el alimento, que en finca se vende entre 12 y 14 pesos.
Laureano explicó que la producción de queso de soya que ejecutan algunos productores nacionales y las importaciones de leche en polvo, también está malogrando la economía de los ganaderos en la zona.
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