Por Luis Ramón LópezMOCA, Villa Herórica.- La ciudad de Moca, recuerda con orgullo como un puñado de jóvenes con ideas revolucionarias, cambiaron el curso de la historia, al dar ajusticimiento al general Ulises Heureaux Lembert, llamado El Manco Lilis, hace 113 años de tan impotante hazaña, luego de participar en un fiesta dedicada en su honor por la clase pudiente de la época en la Villa del Viaducto.
Lilis, un general que por su formación y brabura logró llegar hasta la alta investidura de dirigir los destinos del país, que para muchos historiadores fue una de las peores administraciones de nuestra historia, que a decir de ellos, hipotecó el país a naciones extranjeras.
Sobre el magnicidio de Ulises Heureax Lembert, en Moca, acontecido un 26 de julio del 1899, a eso de las 4:00 de la tarde, se desconocen muchos detalles, que pudieran ilustrar los acontecimientos históricos.Todo parece predetinado a que los hechos se dieran así, porque los rumores e informes de que disponia el malogrado presidente, les advertían de la existencia de una trama en su contra en esa población cibaeña.
La historia cuenta, que desde la ciudad olimpica de la Vega, el día 25 de julio de ese año, el Presidente Lilis decide llegar a Moca, con un número inferior de su escolta militar, pero antes de salir, les habría dicho a los que los acompañarían: "Que vamos solos y el que tenga mierdo que se compre un perro prieto". Y la escolta que le acompañaba estaba integrada por dos oficiales de nombres Guarian González y Demetrio Rodríguez.
Muy creyente en los santos, su curandera/ o bruja, Dominga Mañón, llamada la comai, a la que visitaba con frecuencia a consultas espirituales, le había advertido de que su vida corria peligro y que evitara sus frecuentes viajes a Moca. Iguales recomendacines les hizo el general Zoilo García, entonces goberndor de la Vega.
Ulises Heureaux Lembert, era un hombre muy inquieto, mujeriego y siempre tenía varias mujres de querida. También era un aficionado a las prendas preciosas, a la hora de su muerte tenia consigo anillos, brazaletes, un reloj y lentes todo en oro 18 kilates.
Ningún historiador de la época y la actualidad, han podido establecer sí el presidente Ulises Heureaux Lembert,(Lilis), procreó en algunas de sus amantes mujeres hijos. Sólo se ha atinado a decir que era muy admirado por las féminas, por su color y musculatura.
El Presidente Lilis, siempre visitaba la ciudad de Moca, con frecuencia en negocios de compra de muebles y a participar de las tertulias de los mocanos en la residencia de su compadre Jacobo de Lara , Carlos María Rojas y Lucas Gúzman, lo que permitió a los conjurados concretizar con fácilidad su muerte.
El complot para asesinarle se abortó en varias ocasiones. Ya consumado los planes para el tiranicidio del 26 de julio del 1899, en que se vieron envueltos hasta adolescentes, se montó una vigilancia especial aprovechando que el dictador andaba sólo sin su escolta. Uno de los conjurados se asomó y al ver a Ulises Heureax Lembert moverse sin sus espalderos aprovecharon para enviar a un limosnero, de nombre Eugenio Ignacio (a) Pio, que le pidió una limosna.
En esa distración del Presidente Lilis, en que sacaba de su faltriquera algunas monedas o papeletas para ser entregadas al intruso, descuido que aprovechó Jacobino de Lara parfa dispararle varios disparos que les impartaron en la espalda y la nuca. De esa acción el malogrado Presidente recibe seis disparos mortales en el pecho, uno en el Occipital y dos en la espalda, recibiendo nueve impcatos de balas en su cuerpo.
El historiador Luis Felipe Mejía, señala en una su obra,el listado de los jóvenes mocanos participantes en el tiranicidio del Presidente Ulises Heureaux Lembert y se destacan Horacio Vásquez, Ramón Cáceres (Mon), Casimiro Cordero, Pablito Arnoud, Vicente y Blas de la Maza, así como también Doroteo Rodríguez, Evaristo Nivar, José Brache y otros meritorios jóvenes valientes de la comunidad mocana.
El velatorio con el cuerpo sin vida del Presidente Lilis, se llevó a cabo en Moca, y entrando la noche donde todo el mundo pasaba a ver el cádaver del que fuera el jefe de la nación, los mismos jóvenes que le dieron muerte se apersonaron al lugar y comenzaron a disparar, sin herir a nadie, lo que provocó una estampida humana, dejando el férebro a sola.
Finalmente, luego del corre corre de Moca, en que dejaron solo el cádaver del Jefe de Estado, ajusticiado por jóvenes mocanos adversos a su gobierno, se realizó el entierro, dos días depués de su asesinato, en la catedral de la ciudad de Santiago, el 28 de julio de 1899.
La ciudad de Moca, donde un 26 de mjulio de 1899, se le dió muerte a uno de los presidentes más guapo que recuerde la historia dominicana; a Ulise Heureaux Lembert (Lilis), hace 113 años, recordó con diversos actos y actividades sociales y culturales, el advenimiento de un aniversario más de tan importante fecha histórica para el país y la comunidad mocana
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