SAN FRANCISCO DE MACORÍS, República
Dominicana.-(Cortesía de ElJaya.com).-La trágica muerte de Arsenio Díaz
Rodríguez a manos de un niño de 5 años, ha sorprendido a
francomacorisanos tanto en la República Dominicana como en Nueva York,
donde Díaz Rodríguez se convirtió en leyenda por haber dirigido uno de
los carteles de narcotráfico más grande de la ciudad de Nueva York a
principios del 90.
Díaz Rodríguez, a quien el bachatero Raulín
Rodríguez llamara el “Rey de los Ricos” en uno de sus éxitos de los 90,
amasó una de las fortunas más grandes procedente del narcotráfico en la
historia de San Francisco de Macorís.
En 1994 cuando Arsenio Díaz
Rodríguez fue apresado por autoridades norteamericanas, el periódico
The New York Times publicó una amplia información relatando el gran
logro que representó para los oficiales de la ley apresar a Díaz
Rodríguez y su tropa.
A continuación les presentamos una
traducción libre del reportaje que publicó el diario The New York Times
en septiembre del 1994.
Detenciones en Nueva York merma una enorme banda de narcotraficantes
Arsenio
Díaz comenzó su carrera en el negocio de las drogas en Washington
Heights como un vigilante de esquina para un narcotraficante después de
llegar de la República Dominicana en 1984. Diez años más tarde, Arsenio
con 37 años de edad, se había convertido en el narcotraficante más
poderoso en el alto Manhattan y uno de los más grandes de la ciudad de
Nueva York.
El señor Díaz, quien era inmigrante indocumentado fue
acusado junto a 63 de sus empleados con cargos de asesinato,
conspiración y narcotráfico. Los oficiales de la ley indicaron que este
arresto acababa con una eficiente agrupación que generaba más de $1
millón de dólares a la semana y a la que Díaz le llamaba simplemente “La
Compañía.”
Los arrestos culminaron una operación encubierta de
16 meses, efectivamente desmantelando al grupo de acuerdo al fiscal del
distrito Robert Morgenthau. Con 150 empleados, trabajando en dos turnos
de 12 horas cada uno, La Compañía empacaba y vendía cocaína en polvo y
crack y usaba violencia y sofisticados aparatos electrónicos para
proteger sus operaciones en seis edificios cerca de la Avenida Amsterdam
y la calle 150.
La Compañía utilizaba un complejo sistema para
evitar ser detectados por la policía, trabajando en dos turnos de 12
horas, los acechadores usaban teléfonos celulares e intercom para
vigilar la policía, mientras que los vendedores tenían aparatos a
control remoto con los que operaban electrónicamente puertas y paneles
falsos de pared para esconder drogas cuando la policía se acercaba.
El
jefe de la unidad de investigación de homicidio de la oficina del
fiscal, Walter Arsenault, dijo que en muchas ocasiones oficiales de la
policía entraron con órdenes de allanamiento a los edificios de La
Compañía para encontrarlos totalmente vacíos.
Díaz casi nunca
llevaba drogas, su arresto en Junio del 1994 fue una casualidad. Al
parecer un detective y un sargento habían sido vistos por uno de los
acechadores cuando se acercaban a unos de los edificios de La Compañía.
En ese momento, oficiales encubiertos de otra unidad policial se
encontraban dentro de un apartamento en el edificio tratando de hacer
una compra encubierta de cocaína, pero cuando la alarma sonó, ellos
tuvieron que escapar junto a los empleados de La Compañía.
El
sargento y el detective encontraron el apartamento abierto y vacío, pero
la puerta accidentalmente se cerró, dejándolos encerrados. Luego
alguien abrió la puerta desde afuera, eran el señor Díaz y Alejandro
Velez, quien manejaba el edificio y también fue apresado.
Los
oficiales arrestaron a Arsenio Díaz por posesión de drogas, luego de
encontrar una octava parte de una onza de cocaína en el apartamento. El
señor Arsenault dijo “corrimos con suerte”.
El señor Arsenault
dijo que oficiales encubiertos reunieron evidencia en 25 compras
separadas de cocaína a La Compañía desde Marzo del 1994. El señor Díaz
fue detenido sin derecho a fianza después de su arresto, pero le tomó a
los fiscales más de tres meses para completar la investigación que
resultara en la acusación formal de los 64 sospechosos.
El señor
Díaz fue acusado del asesinato de dos antiguos miembros de La Compañía y
de otro hombre en la Avenida Amsterdam y la calle 147 quienes se creía
competían por los clientes de La Compañía.
Oficiales de la ley ya
sospechaban de que el señor Díaz era narcotraficante desde antes del
1990, sin embargo, Díaz llevaba una vida privada muy bien cuidada.
Cuando
comenzó a ganar dinero a finales de los años 80, el señor Díaz compró
una bodega y un salón de belleza en Manhattan que operaba como negocios
legítimos.
Después de asumir control de La Compañía en el 1990,
Díaz vendió los negocios e invirtió en propiedades en su ciudad natal
San Francisco de Macorís, al parecer con la intención de que si algo
ocurría fuera más difícil para las autoridades norteamericanas embargar
sus propiedades.
El arresto se convirtió en el segundo caso de
narcotráfico más grande del fiscal Morgenthau superado solamente por el
caso Conexión Francesa-2 en el cual 66 personas fueron acusadas.
(Cortesía de ElJaya.com)
0 comentarios:
Publicar un comentario
Deje su mensaje