Santiago (Cuba), 26 mar (EFE).- El papa Benedicto XVI cree que "todavía quedan muchos aspectos" en los que debe avanzar la relación entre la Iglesia católica y el Estado de Cuba y aseguró que lleva en su corazón "las justas aspiraciones y legítimos deseos" de "todos los cubanos, dondequiera que se encuentren".
En el acto de bienvenida en el aeropuerto de Santiago y tras la intervención del presidente Raúl Castro, el pontífice aseguró que en su visita a la isla pedirá a la Virgen de la Caridad, patrona del país, que guíe los destinos de Cuba "por los caminos de la justicia, la paz, la libertad y la reconciliación". "Vengo a Cuba como peregrino de la caridad para confirmar a mis hermanos en la fe y alentarles en la esperanza", señaló Joseph Ratzinger.
En sus primeras palabras en la isla, Benedicto XVI recordó que la visita en 1998 de su predecesor, Juan Pablo II, dio un "nuevo vigor" a la Iglesia en la isla e inauguró una etapa de "mayor colaboración y confianza" en las relaciones entre la Iglesia y el Estado.
Pero, añadió, "todavía quedan muchos aspectos en los que se puede y debe avanzar, especialmente por cuanto se refiere a la aportación imprescindible que la religión está llamada a desempeñar en el ámbito público de la sociedad".
El pontífice dijo que lleva en su corazón "las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren" y de modo especial "de los jóvenes y los ancianos, de los adolescentes y los niños, de los enfermos y los trabajadores, de los presos y sus familiares, así como de los pobres y necesitados".
"Estoy convencido de que Cuba, en este momento especialmente importante de su historia, está mirando ya al mañana, y para ello se esfuerza por renovar y ensanchar sus horizontes", fue otro de los mensajes del Pontífice.
A ello, prosiguió, cooperará "ese inmenso patrimonio de valores espirituales y morales que han ido conformando" la "identidad más genuina" del país.
"Ruego al Señor que bendiga copiosamente a esta tierra y a sus hijos, en particular a los que se sienten desfavorecidos, a los marginados y a cuantos sufren en el cuerpo o en el espíritu, al mismo tiempo que, por intercesión de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, conceda a todos un futuro lleno de esperanza, solidaridad y concordia", concluyó Benedicto XVI.
SU LLEGADA A CUBA
El papa Benedicto XVI llegó hoy a Cuba para realizar una visita apostólica hasta el miércoles 28 de marzo, en la segunda y última parte de la gira latinoamericana que comenzó en México. El avión vaticano, un Boeing 777 de la compañía Alitalia, aterrizó sobre las 14.20 hora local (19.20 GMT) en el aeropuerto de la ciudad oriental de Santiago de Cuba, a unos 950 kilómetros al este de La Habana. A pie de pista el presidente cubano, Raúl Castro, vestido con traje oscuro, recibió al Pontífice al que estrechó la mano con una leve inclinación.
También esperaban a Benedicto XVI en el aeropuerto el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos cubanos y arzobispo de Santiago, Dionisio García, y el cardenal Jaime Ortega.
Tres niños cubanos entregaron al papa flores blancas mientras le decían a coro "Bienvenido a Cuba".
Cuba recibe así la segunda visita papal de su historia, tras el viaje que en 1998 cursó a la isla Juan Pablo II.
Luego de su recibimiento, Benedicto XVI realizará en papamóvil un recorrido de doce kilómetros desde el aeropuerto hasta el Arzobispado de Santiago y posteriormente oficiará en la Plaza Antonio Maceo de la ciudad su primera misa en Cuba.
Durante las tres jornadas que permanecerá en la isla, el papa visitará el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, cercano a Santiago, para luego volar a La Habana donde el miércoles 28 oficiará otra misa en la emblemática Plaza de la Revolución, entre otros actos.
Este es el segundo viaje de Benedicto XVI a Latinoamérica, después de la visita que hizo a Brasil en 2007, y el vigésimo tercero de que ha realizado por el mundo en casi siete años de pontificado.
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