Trágedia en un tren de pasajeros en Argentina.
Un tren colmado de pasajeros se estrelló éste miércoles al llegar sin frenar a la estación terminal de Once en Buenos Aires, dejando un saldo de 49 muertos y al menos 600 heridos, muchos de ellos extraídos por el techo de los vagones dañados en medio de escenas de angustia.
"Hay 49 muertos en el accidente. Son 48 personas mayores y un menor de edad", reveló en rueda de prensa en la estación el vocero de la Policía, Néstor Rodríguez, quien precisó que el hecho sucedió a las 08h36 locales (11h36 GMT), cuando decenas de miles de personas entran en Buenos Aires para trabajar.
El accidente fue el tercero más grave en la historia ferroviaria de Argentina, después de los ocurridos en Benavidez (periferia norte), con 236 muertos en 1970, y en la provincia de Santa Fe (centro-este) con 55 muertos en 1978, además de ser el peor en el distrito capital.
Escenas dramáticas se vivieron durante las cuatro horas que llevó a los socorristas rescatar a quienes quedaron atrapados entre los restos metálicos de los dos primeros vagones, uno de los cuales se metió seis metros dentro del otro, según las autoridades.
"Había personas aplastadas que gritaban de desesperación. Vi cadáveres y sangre por todos lados. Las cabezas de los pasajeros habían quedado aprisionadas por los marcos de las ventanas", dijo a la prensa en la estación el testigo Alejandro Velázquez.
El convoy traía a la capital a unos 2.000 pasajeros del ferrocarril Sarmiento, de la compañía privada TBA, y entró sin frenar a la plataforma 2 de la estación, hasta embestir el paragolpes a una velocidad de 20 kilómetros por hora.
"Tenemos unos 600 heridos en los hospitales, 200 de ellos graves", dijo en rueda de prensa el ministro de Salud de la ciudad, Jorge Lemus.
La presidenta Cristina Kirchner suspendió una conferencia que iba a brindar en la Casa de Gobierno sobre el estado del conflicto con el Reino Unido por las Islas Malvinas.
Bomberos y agentes de Defensa Civil tuvieron que perforar los techos de los dos primeros vagones para rescatar a las víctimas.
El tren "entró a la estación a una velocidad de 20 kilómetros por hora y embistió el paragolpe", sin frenar, por causas que se investigan, describió el accidente el secretario de Transporte del gobierno federal, Juan Pablo Schiavi.
El maquinista conductor quedó herido y atrapado en su cabina pero logró salir con ayuda de bomberos y Defensa Civil.
"Sentí el estallido del choque. Fue un ruido muy fuerte. El tren no frenó. Vi gente lastimada en cuello, brazos, piernas", dijo a la televisión Pedro Fuentes, uno de los pasajeros.
La línea Sarmiento opera con intensidad en una distancia de hasta 70 kilómetros y transporta a diario a cerca de medio millón de personas.
"El accidente es muy grave. Hubo vagones que se encimaron y uno de ellos entró seis metros dentro de otro. Todo está filmado y podrá ser investigado", dijo Schiavi.
Más de 20 ambulancias del servicio de emergencias metropolitanas fueron incorporadas a los rescates y los heridos más graves eran trasladados en un helicóptero de la policía que aterrizó en la plaza Once, frente a la estación.
"El tren venía llenísimo. El impacto fue tremendo. La gente estaba desesperada por salir", dijo el testigo identificado como Ezequiel.
Myriam, otra pasajera, dijo a radio del Plata que "venía con mis hijos de 6 y 4 años. En un abrir y cerrar los ojos estábamos en el piso. Ni sé como salimos. Se me vino encima la puerta y cubrí a la nena".
La investigación del incidente quedó abierta, pero Mónica Slotauer, delegada de limpieza de la línea ferroviaria Sarmiento, dijo que "fallaron los frenos y esto es por la desinversión que hay" en esa línea férrea.
Los trenes utilizados por la empresa eran de fabricación japonesa y datan de la década de los 60.
"Esto ocurre por la falta de inversión en los trenes, irregularidades, deficiencias y una situación límite en la prestación del servicio", dijo a radio del Plata el gremialista de la Unión Ferroviaria Roberto Núñez.
Las redes sociales, entre ellas Twitter, se convirtieron en caja de resonancia de las quejas de los usuarios de los ferrocarriles, privatizados en los años 90.
El último accidente grave se había registrado el 13 de setiembre de 2011, cuando nueve personas murieron y 212 resultaron heridas al chocar dos trenes y un autobús en un paso a nivel del barrio porteño (metropolitano) de Flores, al oeste.
Un tren colmado de pasajeros se estrelló éste miércoles al llegar sin frenar a la estación terminal de Once en Buenos Aires, dejando un saldo de 49 muertos y al menos 600 heridos, muchos de ellos extraídos por el techo de los vagones dañados en medio de escenas de angustia.
"Hay 49 muertos en el accidente. Son 48 personas mayores y un menor de edad", reveló en rueda de prensa en la estación el vocero de la Policía, Néstor Rodríguez, quien precisó que el hecho sucedió a las 08h36 locales (11h36 GMT), cuando decenas de miles de personas entran en Buenos Aires para trabajar.
El accidente fue el tercero más grave en la historia ferroviaria de Argentina, después de los ocurridos en Benavidez (periferia norte), con 236 muertos en 1970, y en la provincia de Santa Fe (centro-este) con 55 muertos en 1978, además de ser el peor en el distrito capital.
Escenas dramáticas se vivieron durante las cuatro horas que llevó a los socorristas rescatar a quienes quedaron atrapados entre los restos metálicos de los dos primeros vagones, uno de los cuales se metió seis metros dentro del otro, según las autoridades.
"Había personas aplastadas que gritaban de desesperación. Vi cadáveres y sangre por todos lados. Las cabezas de los pasajeros habían quedado aprisionadas por los marcos de las ventanas", dijo a la prensa en la estación el testigo Alejandro Velázquez.
El convoy traía a la capital a unos 2.000 pasajeros del ferrocarril Sarmiento, de la compañía privada TBA, y entró sin frenar a la plataforma 2 de la estación, hasta embestir el paragolpes a una velocidad de 20 kilómetros por hora.
"Tenemos unos 600 heridos en los hospitales, 200 de ellos graves", dijo en rueda de prensa el ministro de Salud de la ciudad, Jorge Lemus.
La presidenta Cristina Kirchner suspendió una conferencia que iba a brindar en la Casa de Gobierno sobre el estado del conflicto con el Reino Unido por las Islas Malvinas.
Bomberos y agentes de Defensa Civil tuvieron que perforar los techos de los dos primeros vagones para rescatar a las víctimas.
El tren "entró a la estación a una velocidad de 20 kilómetros por hora y embistió el paragolpe", sin frenar, por causas que se investigan, describió el accidente el secretario de Transporte del gobierno federal, Juan Pablo Schiavi.
El maquinista conductor quedó herido y atrapado en su cabina pero logró salir con ayuda de bomberos y Defensa Civil.
"Sentí el estallido del choque. Fue un ruido muy fuerte. El tren no frenó. Vi gente lastimada en cuello, brazos, piernas", dijo a la televisión Pedro Fuentes, uno de los pasajeros.
La línea Sarmiento opera con intensidad en una distancia de hasta 70 kilómetros y transporta a diario a cerca de medio millón de personas.
"El accidente es muy grave. Hubo vagones que se encimaron y uno de ellos entró seis metros dentro de otro. Todo está filmado y podrá ser investigado", dijo Schiavi.
Más de 20 ambulancias del servicio de emergencias metropolitanas fueron incorporadas a los rescates y los heridos más graves eran trasladados en un helicóptero de la policía que aterrizó en la plaza Once, frente a la estación.
"El tren venía llenísimo. El impacto fue tremendo. La gente estaba desesperada por salir", dijo el testigo identificado como Ezequiel.
Myriam, otra pasajera, dijo a radio del Plata que "venía con mis hijos de 6 y 4 años. En un abrir y cerrar los ojos estábamos en el piso. Ni sé como salimos. Se me vino encima la puerta y cubrí a la nena".
La investigación del incidente quedó abierta, pero Mónica Slotauer, delegada de limpieza de la línea ferroviaria Sarmiento, dijo que "fallaron los frenos y esto es por la desinversión que hay" en esa línea férrea.
Los trenes utilizados por la empresa eran de fabricación japonesa y datan de la década de los 60.
"Esto ocurre por la falta de inversión en los trenes, irregularidades, deficiencias y una situación límite en la prestación del servicio", dijo a radio del Plata el gremialista de la Unión Ferroviaria Roberto Núñez.
Las redes sociales, entre ellas Twitter, se convirtieron en caja de resonancia de las quejas de los usuarios de los ferrocarriles, privatizados en los años 90.
El último accidente grave se había registrado el 13 de setiembre de 2011, cuando nueve personas murieron y 212 resultaron heridas al chocar dos trenes y un autobús en un paso a nivel del barrio porteño (metropolitano) de Flores, al oeste.
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